Teatro del Absurdo
Por Laura Castro
En
1939 durante la Segunda Guerra mundial, el principal fin del teatro fue el quebrante
emocional y social acompañado de la absurdidad, siendo por lo tanto lo
contrario del realismo dramático.
Nace
entonces, en 1950, el teatro del absurdo. Su creador es el crítico literario
Martín Esslin, quien rompe con todo lo establecido ante el teatro tradicional.
El
Teatro Absurdo es la representación de la existencia humana con un aspecto
insignificante y ridículo. En el contexto se plantean diversos limitantes
llenos de clichés, planteando una realidad social, todo esto en un solo acto. Los
personajes representan la incapacidad de huir hacia otra realidad; siendo
ilógicas y partiendo al aislamiento humano.
Uno
de los exponentes más prestigiados en este género teatral es Samuel
Beckett, destacado dramaturgo, novelista y poeta, de origen Irlandés, (13/abril/1906,
Dublín a 22/diciembre/1989, París). Tuvo gran impacto en su época, es
considerado uno de los mejores autores del teatro en el siglo XX.
Manejó la angustia en la condición humana
experimentando el humor irónico con la prosa disciplinada. Una de sus obras que
tiene mayor reconocimiento es “Esperando
a Godot”.
“La
existencia de la realidad es la espera de lo inesperado”
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