El Siglo de Oro Teatral
Por: Laura Castro
El teatro en el siglo de oro emerge en
1734, compartido en las tierras hispánicas, logró una notoria expansión en la
literatura y cultura, introducida en el siglo XVI. Es uno de los conocimientos
implicados por décadas de investigaciones, se han presentado dificultades ante
el fenómeno del control y análisis de manuscritos.
Sin embargo, la conservación de sus
repertorios son extraordinarios, teniendo origen a una fuerte demanda por
variado público en espectáculos teatrales. Esta pasión produjo la producción de
manuscritos por comediantes, escritores, copistas e incluso el espectador.
La actividad dramática es uno de los
problemas más conocidos incluidos en el siglo de oro. Sus obras son
consideradas piezas históricas con un valor significativo, teniendo la
interrogante de su vigencia para su representación ante el escenario
y por otro lado se tienen los escritos solos o sin pieza plasmadas en hojas
sueltas con textos mayores.
Las características de este teatro es:
solamente acepta el elemento de acción, las piezas tienen tres actos, mezcla lo
trágico y la comedia, intercala elementos liricos; como lo es la danza, adopta
los octosílabos (métrica similar al habla castellano) y las preferencias por el
carácter narrativo.
Debe destacarse dos obras, para poder
visualizar el teatro de aquel tiempo su importancia: El acalde de Zalamea de
Calderón de la Barca, es una obra escrita en 1936, la cual nos permite degustar
su ubicación de la literatura barroca, mientras Fuenteovejuna por Lope de Vega,
es publicada en 1916 presenta la unión de un pueblo rebelde ante la injusticia de
su entorno.
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